La fusión y las adquisiciones empresariales en un proceso crítico plagado de puntos ciegos donde la dirección tiene que manejarse con pies de plomo, como caminando a través de esos desvencijados puentes de las aventuras de nuestro héroe en lugares remotos.
Los procesos de fusión y adquisición suponen una estrategia de crecimiento y de mejora de las capacidades competitivas al favorecer su adaptación al contexto, la creación de sinergias o su desembarco en nuevas realidades. En el lado negativo de la balanza suelen conllevar riesgos operacionales y duplicidades en los activos que en el caso del capital humano debe ser gestionado por el mejor talento posible para minimizar su impacto.
La dirección estratégica se revela como un elemento fundamental en este tipo de procesos de integración, especialmente en sectores donde el capital intelectual es clave para los propios objetivos de negocio. Tengamos en cuenta la complejidad del tratamiento de este activo ausente en los balances utilizados a la hora de medir el valor de una empresa previa adquisición.
La figura del eterno aspirante en los procesos de configuración de estructuras de poder
La cultura empresarial es ese producto de la integración de diferentes elementos que consigue el equilibrio necesario entre ellos para el mantenimiento de sí mismos dentro de la organización. Es en ese momento de desembarco cuando se pueden dar situaciones en que las culturas preexistentes propongan soluciones incorrectas a problemas nuevos corriendo el riesgo de que sea la propia dirección quien actúe de useful idiot de las verdaderas nuevas (e inesperadas) estructuras de poder.
Por ejemplo, una gestión de rrhh delegativa por propia necesidad que ha cumplido su función para la gestión del capital humano de departamentos con orientación a tecnología y procesos puede no ser la más adecuada para gestionar nuevas realidades complejas que se basen en relaciones clientelares para su ordenación y estructuración interna. Uno de los key points en cualquier función de liderazgo es el olfato para saber cuándo posicionarse de manera pro o anticíclica. Huelga decir por evidente los efectos que tienen las relaciones clientelares cuando no se orientan al cliente natural de las organizaciones, el externo.
Esta figura a la que aludiamos del useful idiot que tomamos prestada de la política de bloques de la 2ª mitad del XX, es clave para el blanqueamiento de este tipo de tramas tanto en su base para legitimarlas como en sus órganos de dirección para consolidarlas.
El éxito en los procesos de fusión y adquisiciones empresariales.
Existen estudios que hablan de que más de un tercio de este tipo de operaciones fracasan antes de cinco años y se alude al factor humano como principal escollo para su éxito. Encomendar la dirección estratégica a personal que esté a la altura de ese reto es capital para mantener las opciones de éxito, sobre todo en circunstancias competitivas de mercado libre donde el precio de equivocarse es inevitablemente la pérdida de cuota de mercado.
La importancia, pues, del enfoque hacia la innovación y el desarrollo focalizado en la entrega de valor en los sectores en que se opera es clave para asegurar nuestra persistencia como organización y el blindaje ante nuevos players que puedan poner en riesgo estructuras ensimismadas e ineficaces.