Benidorm Fest y toma de decisiones

Capítulo bastante paradigmático de mecanismos de toma de decisión. De un lado, el formato «jurado», compuesto por entendidos, sujeto a lógicas de tipo técnico en su más amplio sentido: comerciales, de marketing y, en el caso que nos ocupa, musicales. La acepción de la RAE que nos interesa dice que juramento es el Ofrecimiento solemne que hace una persona de cumplir con rectitud y fidelidad un determinado deber, empleando para ello una fórmula fija. La fórmula, como la de la Coca-Cola, secreta.

Del otro lado, los mecanismos de participación directa que están definiendo las narrativas en la base, de espectro más amplio del que existía cuando las fuentes de opinión eran limitadas y seguían sus propias fórmulas no sujetas a la competencia de las RRSS.

Ese choque entre participación y consejo de expertos es una disyuntiva que se está dando en la conformación de todo lo que se construye y que incorpora cierto impacto social. Ya tenemos las tecnologías que permiten la democracia directa, ahora, ¿Cómo lo hacemos?

Apunte relativo a lo que podría ser una excesiva simplificación del debate reduciéndolo todo a la discretización en taxonomías viejo (decisión oligárquica) y nuevo (decisiones participativas). En el ámbito puramente instrumental los enfoques centralizados pueden discutirle la idoneidad a los distribuidos en base a factores de interés social, eficiencia o seguridad. El enfoque en el área política, naturalmente orientado al fomento de la participación y la pluralidad, se enfrenta a la necesidad de adecuación de sus estructuras tradicionales a las nuevas fuentes de opinión y al alza de la influencia de alternativas menos inclusivas en sistemas de gobierno de importancia creciente.

Entre el consejo de expertos y el gobierno de todos hay gama de grises y ámbitos de decisión que enmarcan cada caso de manera específica. No es lo mismo decidir sobre la representación en eurovisión que sobre temas que puedan necesitar de conocimientos avanzados para poder contemplar todas las derivadas que implica. También hay que considerar los sesgos en la toma de decisiones participativas en sociedades polarizadas que instrumentalizan aquello que se dirime y que pueden abundar en las amenazas que enfrenta la función de representación política.

Cambia el software (tomas de decisión) pero no el hardware (Benidorm Fest, Eurovisión…). En todo caso es una buena noticia para el futuro de estas plataformas que el público las haga suyas y reivindique soberanía en sus más variadas formas y acepciones.

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