Post sobre la gestión de proyectos.

Vuelvo al blog a escribir unas líneas. Post relacionado con lo que en su día decidí que definía el sitio escribiendo un snippet para google, esto es, sobre temas profesionales. Últimamente me estoy aproximando al apasionante mundo de la gestión de proyectos. Apasionante dicho desde la omnipresente ironía que tiene que tener un tono que verse sobre temas profesionales, claro está.

El tema es que se ve que ya puedo decir que soy Scrum Master y la experiencia ha servido para refrescar conceptos que ya había visto en algunas sesiones en cibernarium. Lo primero a resaltar es que me ha parecido una literatura aplicable, lo cual es mucho decir teniendo en cuenta las últimas aproximaciones al conocimiento que he tenido. La literatura que combina el área de la que vengo, las ciencias sociales, y el área en que trabajo, software, me parece que tienden a alumbrar disciplinas bastantes desapegadas de algo parecido a lo que pueda ser considerado interesante. Conceptos como humanismo digital, míticos. Por descontado seguiré escribiendo sobre ellos.

Y más aplicable todavía es lo que he visto en un curso de coursera sobre gestión de proyectos en sentido amplio, que ha servido para encuadrar mejor las teorías ágiles dentro del frame general. La idea en síntesis extraída es que las disciplinas predictivas son apropiadas en escenarios de complejidad controlada, mientras que las empíricas, como el agilismo, son más funcionales en contextos inciertos en los diferentes niveles (tecnología, objetivos, etc).

Supongo que el concepto ágil sale de ahí, del hecho de que un día alguien se dio cuenta de que en la industria del software la teoría de proyectos que había funcionado tradicionalmente no servía. Que no avanzaban. E idearon este otro enfoque donde planificación y ejecución se van entrelazando porque de esta manera, dirían estos pioneros de los productos digitales, iban a ser más ágiles.

La diferencia fundamental entre ambas aproximaciones, la tradicional/predictiva y las ágiles/empíricas, está en donde reside el conocimiento. En las tradicionales está en el propio proceso; es la secuencia de tareas programadas la que guía los actos de los participantes hasta la consecución de un objetivo totalmente predefinido. El conocimiento que se articula en las teorías ágiles está en las personas que participan en el proyecto. No hay una secuencia de tareas predefinida porque no se pueden predefinir los pasos a priori para obtener un resultado que, de la misma manera, tampoco es anticipable la mayoría de las veces.

Y con esto y a modo de conclusión que remate un anodino -a la par del resto- post sobre la gestión de proyectos, podemos decir que en tiempos de complejidad, énfasis en las personas. Y ya lo tendríamos.

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