Un relativamente nuevo concepto viene sonando en el sector de las tecnologías digitales bajo el nombre de desarrollo low-code o, como variante, no-code.
Se trata de nuevas formas de desarrollar cuya idea se fundamenta en el uso de código encapsulado que no es necesario conocer para ser utilizado. A través del drag and drop, un usuario sin conocimientos de programación es capaz de desarrollar aplicaciones.
Las consecuencias de esta forma de desarrollar implican una democratización en el desarrollo que permite reducir el gap entre desarrollo y negocio como principal escollo a la tan referenciada transformación digital.
Tenemos ejemplos de esto desde hace años, sin ir más lejos cualquier CMS (los hay desde el siglo pasado) venía trabajando está lógica. Lo que viene siendo habitual en el desarrollo web para la creación de modelos de negocio, digamos, desconcentrados, ahora también se esta aprovechando, principalmente en modelo SaaS, para la creación de aplicaciones orientadas a la productividad y automatización de tareas en posiciones de negocio de las organizaciones.
Una de las claves de este tipo de tecnologías, como ya mencionado, está en el hecho de que permiten salvar la distancia entre los departamentos de negocio y los técnicos, simplificando mucho los tiempos necesarios para dar forma a las soluciones y mejorando su eficacia.

Es, pues, en términos de conceptualización donde se da una importante mejora. Ya no es necesaria esa transferencia de conocimiento Business Unit-IT para hacer algo, el mismo usuario de negocio que percibe cierta necesidad en sus procesos es el que puede crear la solución por si mismo o liderando de manera colaborativa un proyecto que incluya a otros departamentos. Y como se suele decir habitualmente, dejar los trabajos de mayor complejidad (o de carácter menos funcional) al departamento técnico.
Como lo fue en su día para los CMS y siguiendo una estrategia LEAN, estas herramientas pueden ser interesantes también en el proceso de conceptualización de ideas, de tal manera que si la propuesta desarrollada de manera declarativa confirma su valor puede abrir la puerta a su upgrade programático con una toma de requerimientos certera, basada en la propia solución ya desarrollada.
El LOW y NO CODE como tendencia es una alternativa a aquello que se daba como seguro, la necesidad de aprender a programar para poder desarrollar las posiciones de futuro, aunque siempre será importante el conocimiento de ciertas bases de conocimiento programático para entender las lógicas detrás de las herramientas -aunque gráficas- con las que interactuamos.